miércoles, 13 de noviembre de 2024

Ha de esforzarse, culminar la cuesta y tras la bajada coronar nuevamente un promontorio; la niebla lo hace aún más difícil, puede fallar el pie que busca apoyo entre la hierba resbaladiza; camina solo y de repente alguien se une a él, no oye sus pasos ni el jadeo de su respiración pero algo oscuro se perfila entre la niebla; no ha habido saludos ni habrá un adiós cuando el camino alcance la campera y él mire hacia atrás y no vea nada

 




Si vas despacio

podrás adivinar los signos más arriscados del horóscopo,

podrás interpretarlos, reducirlos a grava fina

y caminar sobre ellos con la seguridad de no quemarte,

hay unas luces que ni siquiera alumbran, 

son como el carbón que duerme ahora pero promete

brillar cuando le llegue la inspiración, la mal llamada

enfermedad de las visiones, todo es epifanía

para el que mira bien, usa el signo de inversión,

teclea la palabra símbolo y podrás caminar sobre el alambre

de la ciudad lineal, las horas están casi maduras

y empezarán a desprenderse del carillón cantando:

tú que siempre me acompañas, a ti va dedicado el oro

irreconocible de los pobres, lo llaman bronce y asegura

la complicidad del duendecillo que obedece al secreto mecanismo

del balancín y de las pesas.



Zona B:

Los llaman colonos y simplemente son una banda de matones protegidos. ¿Qué diferencia encuentra el espectador neutral entre esos extorsionadores y asesinos con los que sembraron el terror en la incursión de Hamás? ¿Los números quizá? Pero los números son manipulables. Por eso el ejército invasor no quiere testigos y asesina periodistas para que no cuenten la verdad.



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