sábado, 30 de noviembre de 2024

Insiste ahí, sobre el pupitre de las fatigas escolares, apurando la cuesta de alguna operación con números escasamente familiares, las nomenclaturas visigodas o las taumaturgias almizcladas con la pestilencia dócil de un tercer día remediable; el pensamiento se quedaba fuera, renunciando a veces a la puntual hora de comer, por el olor a incienso y a botica

 




El relato sutil del buhonero

proclamaba su veracidad

emitiendo destellos azulados,

en el introito dejaba

que la respiración siguiera el ritmo

del ceremonial, los pasos lentos

hasta el portón de cuarterones

festoneado con clavos que imitaban

la infección reventona del carbunclo,

después, llegado el éxtasis, batía

con ansiedad de apnea sus alitas

de gelatina colorada

y en su frente brotaban

las candorosas perlas de un rocío

fisiológico y denso, 

esa era la señal,

el filtro de una aduana caprichosa

le obligaba a volver entre protestas

a la engañosa realidad.



Zona B:

Llegado el día de la paz, (si acaso llega), ¿qué didáctica aplicar a esos cerebros infantiles que sólo han visto horror, que sudan miedo y puede que su sangre asustada no consiga depurar el odio que ha ido acumulando en una infancia sin diálisis?

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