Ya toca, ya,
ese batir de palmas,
un juerga cubista recortada
de una portada de periódico,
entra suave ahí, no quieras
saber la solución desde el principio,
espera al primer canto del gallo,
vierte agua en el lugar que ella ha pisado,
sus tacones florecerán y harán la fiesta
más horizontal, los mil olores
del vino derramado volverán a ti,
te harán saber cualquier secreto
que haya guardado la bodega,
los sueños fabricados con material cantable
igual que el zumo de uva
o la madera de las conchas
a las que llama crótalos el aire.
Zona B:
Pensad en ello, israelíes, hebreos, judíos o como os queráis llamar en el futuro: de continuar con estas prácticas cada siglo tendrá nuevo holocausto; un vaivén histórico irá dictando el lado que ha de poner las víctimas. Si el péndulo persiste en su cadencia, el próximo os tocará a vosotros. Y lo cierto es que no habéis hecho gran esfuerzo por parecer amables al que mira y compara.
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