sábado, 7 de diciembre de 2024

Sale al campo y lleva los prismáticos; su fatiga es menor cuando los dirige hacia las cumbres o rebusca en las campas la manada de ciervos; la distancia es un número menor que sus dedos regulan a placer; se vuela con el águila, se pasta en vertical con los rebecos o se adivinan manantiales por el verdor circunstancial y se confunden planos que aunque debieran distinguir tiempo y espacio se suelen ver como una bola trasparente

 





Que vuelve el frío, dicen, que regresan

esas mañanas luminosas de azulado aluminio,

duele el aire que llega con ingenuo alborozo y nos saluda 

y sin haber sido invitado se cuela en casa, 

viaja contigo en autobús,

escarba en la almizclada atmósfera del metro,

la oscuridad adormilada de los túneles

se satura de oxígeno glacial, las luces parpadean

olvidando asistir a los desnudos de la publicidad

que buscan playa en los andenes,

el frío huye del sol capitalista que intenta convertir en oro

la herrumbre proletaria de los arrabales

y al final del trayecto se hace el muerto, 

entrecierra los ojos y respira con dificultad

simulando un sofoco, como si a la brisa 

morada y aterida de diciembre le faltara el aire.



Zona B:

¿Qué puede ofrecer el opresor una vez arrasado el territorio? Vendrá ahora el cortejo de urdidores de mentiras y embustes analgésicos para consolidar la ocupación ante una población disminuida y paralizada por el odio y el terror. Se hará algún gesto (GESTO UNICAMENTE) y se dejará enfriar cualquier recuerdo de justicia y equidad.

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