lunes, 16 de diciembre de 2024

En realidad no sabía a qué había ido allí, quería estar pero para qué, no me atrevía a aproximarme, incluso me ocultaba detrás de otros más altos para no correr el riesgo de ser reconocido; tocar su mano, no, ni hablar, ver si conservaba el mismo aspecto, pero para eso la distancia era un obstáculo y yo no estaba dispuesto a un mayor acercamiento

 





Hubo un tiempo de luces

en que la oscuridad sólo ocurría a partir de las diez

cuando la fábrica de luz agotaba el caudal de sus turbinas,

entonces

bajábamos los dos con el candil contando los peldaños 

con el calor para los pies guardado en una bolsa, 

de ella salían además los cuentos del consuelo, 

un barandal contra el abismo de las pesadillas,

años después sigue colgada de un clavo en la pared

como haciendo las guardias contra los fríos del invierno

a la vez que vigila el ventanuco de la luz

para que no permita regresar al miedo

que tiempo atrás compartió esta cama.



Zona B:

Sentí un profundo malestar al ver cómo repiten la programación de ese cinta sionista  que glorifica a una amalgama étnico-religiosa para justificar el latrocinio histórico al pueblo palestino. 

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