martes, 10 de diciembre de 2024

Ya sabes, todo aquel que navega llega a puerto, aunque sea arrastrado por las olas

 




Salud a los enfermos

de melancolía y de musgoso aburrimiento,

de ellos ha de ser, supongo, el reino de la soledad

en las templadas alboradas del otoño cuando las hojas caen

por contagio o costumbre y van a arder al pudridero,

ellos, sí, los que abandonan dejándome vacío,

libre de preocupación, tan huérfano

que mi aureola huele a muerto, también yo sufro

su soledad, se reproducen decrépitas sus ruinas,

el escombro mental de los recuerdos

dejados a secar al sol como los musgos del verano

hartos ya de llorar y de enfangarse

en el lodazal de la melancolía,

allá abajo, en el barro, han quedado sus huellas,

su tributo a la terrible devoción

de quien huye de todo lo que admira.



Zona B:

El final de la guerra puede poner al genocida en manos de la justicia de su propio país, la corrupción, los sobornos y el intento de controlar los tribunales en su beneficio le pasarán factura.

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