jueves, 19 de diciembre de 2024

Tirad por la calzada medieval -nunca digáis romana- y a la izquierda, después de unos doscientos pasos, veréis una gran losa de cinabrio con llamas rojas y nervaduras azuladas; dejad allí la carga y, sin mirar atrás, seguid vuestro camino; alguien a quien no llegaréis a ver sabrá qué hacer con ella.

 




A pesar de todos los consejos,

de la increíble caminata con las alforjas llenas 

de cántaras de nieve, decidiste seguir

el curso de la lava, aún a sabiendas de que el tiempo 

la acaba transformando en un oscuro monumento

de piedra pómez,

la nieve se perdió en lágrimas ciegas,

hubo revuelo y las campanas no supieron si tocar a muerto 

o perderse en un repique de rabiosa gloria,

aún no alcanzabas el color ceniza  de la edad,

por eso el ataúd lució de un blanco desalentado y volandero

sobre los hombros de tus compañeras de la escuela,

ya te has ido,

ahora ellas imitan tu manera de mirar,

se asoman al abismo de los ventanales y lloran, lloran

intentando que el tiempo vuelva atrás.



Zona B:

Acaso un día al genocida se le juzgue tras ser arrebatado del amparo de las potencias cómplices como hizo el Mosad con aquel nazi huido a la Argentina. Esperemos que la lentitud de la justicia alcance a dar satisfacción a los que hoy sufren sin casa, sin comida y sin apenas esperanza.


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