viernes, 9 de abril de 2021

Extrañas huellas en la nieve

 

Para qué sirven al yeti

unos pies tan grandes si no hay forma

de protegerlos del invierno perpetuo en el que vive,


vemos siempre su espalda, el pavoroso músculo

de su leyenda huyendo de nosotros,

camuflándose con lo fugaz o lo romántico

de la mirada de otro tiempo,


le hemos puesto veneno en las ofrendas 

disfrazadas de caridad, pero él sabe burlar tanto rececho, 

conociendo nuestro mortal amor por lo distinto,


un pelaje gris desorientado que mide las distancias 

con la precisión monocular del cíclope

y al final adopta la apariencia miedosa para darnos

tiempo a que escapemos a una posible represalia,


el frío está en los pies, pero su corazón es libre.


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