lunes, 14 de octubre de 2024

Voló el cuervo a derechas y la picaza le hizo el paralelo desde el lado izquierdo; Alcides se paró a mirar, sumido en confusión; el oráculo había enmudecido y el color del cielo nada bueno sugería; optó por el camino secundario, el que frecuentaban los ladrones y maleantes y se encontró de bruces con el tapial trasero de una venta donde se contaba que antaño habían manteado a Sancho Panza

 





Ella siempre sugiere,

-Anne Carson florece sobre todo

haciendo sugerencias líquidas-,

aunque a veces señala simplemente y se sienta a mirar

si el señalado le comprende, usa el griego antiguo

para nombrar arcanos y recuerda que lo aprendió de Ulises 

cuando suplicaba a las sirenas que le mataran de una vez,

no hay tormento mayor -y es sugerencia-

que recorrer su piel a paso lento sin saber de antemano

si son carne o pescado, si atarse al palo es sólo un gesto

o la condena es para siempre: escuchar los arrullos con escamas

que suelen presentarse a Eurovisión,

un trípode de bronce para afinar el sentimiento

por un héroe caído o su armadura utilizada como espejo

para probarse el traje de chaqueta y reducir a polvo el protocolo

en la cena del Nobel, el reiterado canto de sirenas 

que sugiere su nombre 

pero sólo a distancia le permitieron escuchar.



Zona B:

Gaza eterna, la Troya diez veces destruida y que siempre resurge de sus ruinas. Al Agamenón que oficia de verdugo le espera Clitemnestra, ya que al parecer no hay Areópago capaz de condenarle.



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