martes, 31 de diciembre de 2024

Añadí alguna fecha al calendario y le obligué a jugar a adivinar a qué mes le crecería la cola temporal de lo bisiesto; si rompería el equilibrio de su flemático retorno o el tiempo acabaría tragado por la gula irrefrenable de un agujero negro

 




Este último día lo pasaré en el mar,

sospecho que mi condición de erradicado

de tierras de interior hará más fatigosa la deriva,

aún no conozco la jerga marinera

que hace posible dominar al viento

y capturar esos colores de la profundidad

que salen a la superficie como la plata moribunda

de una pesca deudora de milagro,

intentaré poner el pie sobre las aguas, avanzar unos pasos

sin miedo a sumergirme en los abismos de la lógica, 

y antes del brindis tomaré las uvas

contando los latidos del motor del pesquero

como campanadas del final.



Zona B:

Por si algún hospital ha quedado en pie tras los continuos bombardeos ahora el ejército invasor los ha cerrado y encarcela a sus gerentes como si fueran terroristas.  RETOMEMOS LA CALMA Y VOLVAMOS A DEFINIR QUÉ ES TERRORISMO, TOMANDO COMO MUESTRA LA NOTICIA.


lunes, 30 de diciembre de 2024

Lo último no es lo que el tiempo sobrepone a nuestra pregunta más reciente sino lo que se pega con perfidia de roña a las paredes interiores; eso es lo que siempre sale a flote, contraviniendo leyes físicas y voluntades en declive; eso, lo que permanece en el recuerdo con el disfraz del ahora mismo acaba convirtiéndose en el sucio resultado de la distorsión

 




Tanto silencio para cruzar la calle

con esa desolada prisa que sobreentiende los saludos,

tú estabas allí, caído, o más bien tirado,

como recado de cocina satisfecho ya,

apenas te miré, no quise verte como un escombro de riada,

eras tan sólo una basura reciclable a la que probablemente 

nadie va a reciclar, seguí adelante,

pero tu imagen me seguía con gemidos de perro mendicante

a la espera de un simpático desdén,

al final volví atrás, busqué en la acera y allí seguías tú,

un papel humillado por la lluvia, escrito a lápiz

por ambas caras, como el que yo suelo emplear para que nazca

el infinito verso que cada día viene a asomarse a la ventana.



Zona B:

Nunca imaginé que los seguidores de leyendas que dan un peso singular a la justicia (cuentan con un libro titulado "Jueces") acabaran doblegando a voluntad unos mandatos que se suponen emanados de la divinidad. Toda la Torá pasada por las armas. Cosas veredes, amigo Sancho.

domingo, 29 de diciembre de 2024

Fuera, junto a la ventana, quedaron esas huellas de un calzado no usado por aquí, al lado de pisadas de pezuña de animal desconocido; quizá si no hubiera nevado, si la ventisca no hubiera allanado desniveles, si no se hubiera ido perdiendo aquella fe de los primeros años, tal vez, quizás, posiblemente, acaso se hubiera podido dar por buena la versión del buhonero que había hecho posada en el pajar

 





Fuera se habla de ti,

suele haber murmullos de desaprobación,

la pelusilla gris que encuentra nido

bajo los muebles de la mezquindad,

tú no dices nada, ni siquiera intentas sugerir,

que lean -que lo intenten al menos-

la colada tendida de tus pensamientos,

ese temor, el ansia por la trasparencia,

un fuego fatuo en la cenefa malva de las nubes,

ser sin estar, tapar el hueco que tu paso provoca en la materia,

como el rayo de sol que atraviesa el cristal,

no ser testigo ni dejar memoria, si total, todo es ausencia,

apenas remolino del aire sorprendido

por un ligero cambio de presión.



Zona B:

Netanyahu insiste, sigue metiendo el palo en el avispero tratando de incendiar el ya recalentado territorio. La guerra es su escenario preferido y la excusa para permanecer fuera del alcance de los tribunales. Dejémosle sin armas y que la paz le lleve a responder de sus desmanes ante la justicia.

sábado, 28 de diciembre de 2024

En aquella curva del desfiladero nunca daba el sol, sobre la nieve de la última noche destacaban las pisadas de un corzo cruzando en diagonal hasta el límite del acantilado; allí acababan, como si el animal hubiera preferido el desafío del abismo al ramoneo entre las zarzas desnudas del invierno

 




Sigue llegándome el olor a estiércol

domesticado por la escarcha en los parterres del jardín, 

la vejez de las rosas tiritando como la estrella de la tarde,

tuve momentos de quietud, el aroma almizclado

de origen animal se unía al del tabaco o la marihuana,

poniendo un aguijón esdrújulo a los pensamientos, algo

que no se puede formular con las palabras

inoculadas ya de primavera,

entonces era el tiempo de la contemplación, en el vacío,

en la distancia, como colgando de la plata curva de la luna,

atento a los augurios de un horóscopo

escrito en el envés algodonoso de una hoja de acanto,

era suave la noche, recordaba a un final de novela

en los arrabales tibios de una década

a comienzos de un siglo belicoso.



Zona B:

Que nadie se engañe, Israel se está ganando a pulso el rechazo -¿odio?- de la gente de paz. Sistemáticamente bombardea hospitales, lugares de refugio, vehículos de prensa, produciendo decenas de víctimas, muchas de ellas niños. Todo lo que se mueve fuera del territorio contralado por su ejército es un objetivo a destruir. ¿Es así como esperan reconquistar nuestro respeto?

viernes, 27 de diciembre de 2024

Regreso con el pan caliente todavía, su voz se escucha a través de la bolsa de papel, se queja del sudario de harina con que el panadero le amortaja antes de dejarlo en manos forasteras; en su cara de luna quedan marcas de la pelea por ganar ese tostado de arenal; entrar antes y salir después, no demorarse en horas altas para obtener lugar discreto en la estantería del reposo y conservar calor para el traslado hasta la mesa de destino

 




Por más alta que cuelgues la franela

de tu rutina diaria, es probable que el aire

venga a jugar con ella y la transforme en heroica bandera 

sobre el adobe erosionado de un antiguo palomar, 

convirtiendo el barbecho en campo de batalla,

por ahora es tan sólo la tela de la desilusión, 

pensabas que un color o un estandarte

te hacían ser de aquí o de allá,

imaginabas terciopelos, argucias de organdí o brocados 

en hilo de oro para lucir en el desfile de la identidad,

tras una banda de música festiva que ahoga el pensamiento

con el chunda chun de la fanfarria,

pero después viene la pausa, la hipnótica armadura se hace polvo 

dejándote desnudo ante la estocada del silencio.



Zona B:

En Oriente Medio siempre quedará en alto el cañón humeante de ese odioso sheriff que consiguió callar a disidentes e intentó imponerse a una justicia floja que lo perdona todo cuando barrunta beneficio. 

jueves, 26 de diciembre de 2024

Todos los días del verano cuando el calor se amortiguaba hacía un recorrido similar, siguiendo los trazados que el rebaño dibujaba sobre el pasto amarillo; la meta estaba arriba, en el empalme de las veredas informales con el roído asfalto de la carretera; nunca pude pasar de allí, pues un carnero con aspecto de oficiante de aquelarre se colocaba frente a mí, golpeando el suelo con su pata, y alzando un muro de temor

 




Me he quedado dormido

frente al ordenador, las letras más activas

han conformado una palabra de brillo intenso

que me ha obligado a cerrar los ojos, 

no los abras aún, espera

a que otra palabra más oscura

te permita mirar sin deslumbrarte,

yo que siempre obedezco a las palabras

que me proponen algo jubilar

mantuve unos minutos los párpados caídos

y una niebla de conformidad o de pereza

se apoderó de mí,

y aunque anduve por valles de tinieblas

no temí mal alguno pues soñaba

con alfabéticas ovejas.



Zona B:

Aumentemos la presión para que los gobiernos de occidente dejen de comerciar con Israel y bloqueen los envíos de armas. ALTO AL CALCULADO GENOCIDIO.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

La crónica del mal se centraría esa mañana del 25 en el periplo del autor en nochebuena por las periferias de la medicina, los hospitales en el extrarradio con fachada de ladrillo y persianas a medio echar, rodeados por olores a cena exagerada y algunas explosiones de petardo que provocaban asustados aleteos en la oscuridad de los abetos

 




Cuando paró la nieve

se posó un gavilán en la ventana,

de su pico colgaban los despojos

de un ave menor, la sangre

se esforzaba en poner un color cálido

en la escena de naturaleza muerta

pensada por un fraile del barroco,

fuera el frío congelaba la hierba del camino

y los pájaros venían al brillo de la escarcha

pensando que eran granos de sal

que yo solía dejar en el alféizar

mezclados con alpiste para poder mirar

a través del cristal sin asustarles.



Zona B:

No es sólo la muerte acumulada, la intemperie sufrida y el dolor presente; lo peor es la ausencia de futuro, la desesperación y el odio que va subiendo en las entrañas como una enfermedad sin medicina. Esa es la realidad que ha construido Netanyahu.

martes, 24 de diciembre de 2024

Después de aquello vino un mal otoño que tempranamente arrancó del árbol las pocas hojas que aún quedaban; y no fue el suceso en sí lo que le causó preocupación, pues esas cosas ocurren en otoño, sino la percepción de que las primaveras le legaban cargadas de frialdad e indiferencia

 




Ese aroma 

que acaso la nariz confunde con el vaho

de un hongo montaraz y sospechoso

me llega ahora, un poco tarde, acaso en otro tiempo

pudiera haber servido para despertar un ansia, 

ahora es ya rutina y me inspira cierta desconfianza,

no me atrevo a mirar, la cueva es negra

y mis ojos apenas diferencian

la venenosa boina de las amanites 

del paraguas albar del champiñón,

ya no me fío 

de la textura de esa especie esclava, 

proclive a alimentar gulas menores,

prefiero la cocina de Ezra Pound.



Zona B:

Preguntemos a Dante en qué círculo infernal ubicaría al genocida para hacerle llegar las grabaciones de su degradación exterminando a un pueblo. Y acaso nos sorprenda creando un no lugar para ese monstruo porque en su comedia no hay cabida para tanta barbarie.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Ese día de junio se rasgó la cortina y un dolor desnudo se insinuó con el disfraz de tentación; no era placer, ni miedo ni repulsa; colgaba de algún árbol tan frondoso que no dejaba ver el potencial de la promesa, ni las terribles consecuencias de mirar con gula aquella oferta semejante a un duplicado original

 




En las horas candentes de la madrugada

yo seguía buscando alguna forma

de rellenar vacíos interiores, no saber algo más

sino sentirlo como el olor, el pánico o el viento,

era igual que remar, al remover el agua

sale a flote la respiración de las burbujas del futuro,

tus ojos ya cerrados con el gesto

de niña rescatada de una letal profundidad,

yo era tu padre e intentaba mantener la barca paralela 

a una improbable orilla a donde todo acaba recalando,

rescataba del agua las noticias de una antigüedad desdibujada

a la que sólo puedes acercarte

usando algún anzuelo

cebado con las larvas de la imaginación.




Zona B:

A todos paz. A todos, sí, incluso a Netanyahu. Sé que a él la paz le sonará como un disparo y el aleluya de la fiesta como el griterío de los condenados.

domingo, 22 de diciembre de 2024

Hermosas colgaduras en un escenario de epopeya, pero hay que mirarlas desde lejos porque, aunque son velas de barco, a distancia corta muestran su calidad de lonas brutas plagadas de remiendos que golpean los mástiles con la crueldad de un caporal

 




El cadáver quedaba reducido

a una cara de mármol, lo demás, 

la parte humana desechable se escondía

detrás de un rígido sudario de tela blanca,

no había más pasión que la que un día

derramaron los ojos persiguiendo

como un río furioso la placidez del mar,

tal vea bajo los pliegues del sudario

continuara goteando el musgo lento

de una vitalidad aprisionada

entre dos fechas distantes en el calendario,

la luz lechosa de un amanecer ya muy lejano

frente el malva otoñal en que termina

el chisporroteo de la llama.



Zona B:

Queda claro que unos pocos son capaces de moldear el mundo a su capricho: el sionismo económico domina voluntades, parlamentos, y condiciona el resultado en elecciones en cualquier lugar y sobre todo intenta vestir de legalidad un genocidio vergonzoso. QUE NO QUEDE  SIN JUICIO EL GOBIERNO GENOCIDA DE ISRAEL.




sábado, 21 de diciembre de 2024

De vez en cuando se advertía una carga excesiva en la presión del aire; había que parar y ventilar la sala donde el experimento borboteaba como caldera de volcán, soltando gases tan calientes que derretían las defensas colocadas frente a las ventanas

 




Ese amor minucioso

con que los científicos adornan

los campos sin función de los circuitos

es el motor del mundo,

se puede comprobar tocando 

los dos polos a la vez, 

la lengua con sabor a cobre

y un escozor gozoso por las venas

llevando a los pulmones

galeradas de sangre ya filtrada,

una diálisis que nutre

con amoroso combustible

el mecanismo elemental del corazón.



Zona B:

¿Qué persiguen las bombas y misiles de Israel golpeando casi a diario lo que queda en pie de un territorio muerto? Por mucho que repitan su argumento -y ya ni se molestan simulando autodefensa- no van a convencernos. Buscan sólo la aniquilación del pueblo palestino. 

viernes, 20 de diciembre de 2024

En ese pueblo las paredes te miran con la resignación de los difuntos a quienes nadie recuerda salvo por el tono sepia rescatado de una fotografía; debe ser muy aburrido verse condenados a mirar sin ganas el crecimiento de unas estalactitas que ya estaban ahí cuando naciste y que siguen con idéntica apariencia varios siglos después

 




Ya ha pasado el calor,

el frío y las mañanas de niebla sedentaria,

a todo ello siguieron años de calor, de frío,

y de mañanas de niebla sedentaria, nubes de humo

que impedían ver las huellas calcinadas del incendio,

tu ausencia se instaló en el calendario

como una anomalía equinoccial que se repite 

entre la primavera y el verano,

yo también me marché y nunca pude ver que florecías

tras la estación de los narcisos, en el borde pisado de la carretera,

alta y esquiva, con dolor, contemplativa a través del agua

verdosa de tu mirada de lechuza, 

ahora sé que se mira así desde la soledad

ignorando que estamos todos solos 

y que a veces nos incomodan los encuentros.



Zona B:

Justo será que deseemos al gobierno genocida lo mismo que él desea a sus vecinos palestinos, libaneses y sirios. 

jueves, 19 de diciembre de 2024

Tirad por la calzada medieval -nunca digáis romana- y a la izquierda, después de unos doscientos pasos, veréis una gran losa de cinabrio con llamas rojas y nervaduras azuladas; dejad allí la carga y, sin mirar atrás, seguid vuestro camino; alguien a quien no llegaréis a ver sabrá qué hacer con ella.

 




A pesar de todos los consejos,

de la increíble caminata con las alforjas llenas 

de cántaras de nieve, decidiste seguir

el curso de la lava, aún a sabiendas de que el tiempo 

la acaba transformando en un oscuro monumento

de piedra pómez,

la nieve se perdió en lágrimas ciegas,

hubo revuelo y las campanas no supieron si tocar a muerto 

o perderse en un repique de rabiosa gloria,

aún no alcanzabas el color ceniza  de la edad,

por eso el ataúd lució de un blanco desalentado y volandero

sobre los hombros de tus compañeras de la escuela,

ya te has ido,

ahora ellas imitan tu manera de mirar,

se asoman al abismo de los ventanales y lloran, lloran

intentando que el tiempo vuelva atrás.



Zona B:

Acaso un día al genocida se le juzgue tras ser arrebatado del amparo de las potencias cómplices como hizo el Mosad con aquel nazi huido a la Argentina. Esperemos que la lentitud de la justicia alcance a dar satisfacción a los que hoy sufren sin casa, sin comida y sin apenas esperanza.


miércoles, 18 de diciembre de 2024

De todos esos escalones los más costosos de subir son los penúltimos, tras el descansillo y la respiración ruidosa; luego el ritmo se acelera y en el último tramo todo vuelve a tomar la apariencia del principio para que no parezca que algo irreversible va a ocurrir

 




Después llegó el calor,

en la montaña suele suceder sin previo aviso,

había que encontrar algún nevero

para bajar el frío hasta su frente,

ardía como un ascua de carbón, un parpadeo

sin llama, igual que gelatina en una olla de barro,

el médico no supo hallar la solución y sólamente dijo 

que no escampe, la luna trae escombro de oro y eso 

desactiva el poder de los ungüentos,

tampoco el humo ha de servir o el agua de genciana,

traeremos frío hasta este líquido cristal

pero quédate aquí, no pongas tus manos a trepar 

que luego todo se vuelve cuesta abajo 

y ya no es posible detenerse,

confía en este lado, aún debes desgarrar

la promesa ruidosa del papel

que envuelve el último regalo.



Zona B:

Nuestra desidia ha convertido a Netanyahu en un dictador que pretende diseñar a su capricho el nuevo mapa de Oriente Medio. Un diseño que ignora los derechos del pueblo palestino y amenaza de forma contundente a todo el mundo árabe.


martes, 17 de diciembre de 2024

¿Qué es lo terrible, aquello a lo que nadie da posada por propia voluntad? Las manos saben que hay sustancias tan escurridizas que apenas dejan huella entre los dedos, salvo el untuoso tacto que la infamia deja en la piel de sus actores

 





En esta oscuridad

que se abre ahora al cielo

tras la parálisis completa de la actividad minera algo inocente brilla, 

se oyen las lágrimas oscuras de la filtración, no llora la montaña, 

llora la pena temporal, los muertos

a los que el gas tiñó de un luto azul, sus ojos muestran

el maquillaje del carbón que ha de franquearles las puertas de la fiesta

tras la espera en el mármol inocente de la sala de autopsia,

aún mantienen el esforzado gesto de su musculatura

alzando piedras y atrapando el aire 

para ayudar a respirar al compañero, permanecen

con la mirada abierta para que no todo el color 

lo ponga el polvo o el grisú, ayudan a que el sol salga de nuevo

y utilizan el morse de la oscuridad

golpeando con la voluntad adormecida los tubos de ventilación

pensando en algún dios que quiera oírlo

y decida bajar hasta el infierno.



Zona B:

Dónde están los despojados del 48, y a dónde irán los que sobrevivan al actual genocidio? Mucho se habló y se sigue hablando de diásporas y de éxodos, de agravios y holocaustos referidos todos a los judíos. Hora va siendo de reconocer que se está actuando del mismo modo que los nazis e intentar frenar tanta barbarie contra el pueblo palestino.




lunes, 16 de diciembre de 2024

En realidad no sabía a qué había ido allí, quería estar pero para qué, no me atrevía a aproximarme, incluso me ocultaba detrás de otros más altos para no correr el riesgo de ser reconocido; tocar su mano, no, ni hablar, ver si conservaba el mismo aspecto, pero para eso la distancia era un obstáculo y yo no estaba dispuesto a un mayor acercamiento

 





Hubo un tiempo de luces

en que la oscuridad sólo ocurría a partir de las diez

cuando la fábrica de luz agotaba el caudal de sus turbinas,

entonces

bajábamos los dos con el candil contando los peldaños 

con el calor para los pies guardado en una bolsa, 

de ella salían además los cuentos del consuelo, 

un barandal contra el abismo de las pesadillas,

años después sigue colgada de un clavo en la pared

como haciendo las guardias contra los fríos del invierno

a la vez que vigila el ventanuco de la luz

para que no permita regresar al miedo

que tiempo atrás compartió esta cama.



Zona B:

Sentí un profundo malestar al ver cómo repiten la programación de ese cinta sionista  que glorifica a una amalgama étnico-religiosa para justificar el latrocinio histórico al pueblo palestino. 

domingo, 15 de diciembre de 2024

La repetición de aquella imagen de la mujer mayor, moviendo con doméstica elegancia las agujas de punto, proponiendo acertijos al ovillo de lana, susurrando la eterna cantinela de las jaculatorias sobre el peñasco que asomaba bajo los cimientos de la ermita; esa imagen se fue fosilizando, florecida de líquenes, con la amable torpeza de una escultura medieval

 




Venid, haced que vuelva,

que no se borre todo eso, que se quede al menos el aroma,

qué dolor, tu mano con el bulto aquel

que supuraba pena, yo mirando, viéndote guardar

en la caja alargada de membrillo las gasas y el alcohol,

la tinta roja del mercurio con la que los médicos

intentan desterrar las infecciones,

                                                               guarda, guarda, 

para que ese olor siga flotando cuando tú ya no estés, 

cuando hasta el recuerdo se haya ido 

tras el doméstico perfume que tu ropa aún conserva, 

esconde ese pañuelo del eterno luto,

que los sonidos fatigosos de la fiebre 

que Julia respiró antes de irse no te hagan llorar

el llanto seco de la desposesión,

antes yo miraba y, aunque no llegaba a ver, sentía

que lágrimas de acero incontenible resbalaban por tu piel,

dejando un surco en el que ahora intento 

sembrar mis erráticos recuerdos.



Zona B:

A todo el pueblo árabe: Tirad del hilo de la historia y veréis cómo se pierde el pobre ovillo de la solidaridad. Os quedaréis sin nada al renunciar a la defensa de un pueblo hermano que ha sufrido la desposesión y la rapiña a manos de un enemigo poderoso.



sábado, 14 de diciembre de 2024

Tocaba el piano por las tardes justo hasta la hora establecida; era un piano de esos que incorporan música grabada y programas de corte liberal que sacraliza cualquier forma de superación; por eso la miguita de pan que cayó en la ranura de las teclas provocó un conflicto en sus circuitos que le hacía activar un sol con sostenido en horas de silencio obligatorio

 





Sigue llegando

el perfume del grano de la gran pirámide

que por las tardes se elevaba el cielo como un reverso de oración,

yo iba a las eras a mirar, soñaba

con el instante azul de las campanas apuntando a las doce,

la parada devota para el angelus 

que las vacas insomnes dedicaban a mear o a cagar sobre la trilla, 

una blanda blasfemia que no era necesario confesar,

el viento se quedaba quieto y regresaba

antes de que el sol se desmayara en el pasmo del cielo,

entonces se venteaba el trigo, 

las palas de madera lo lanzaban al aire separando

el grano de la paja como en un familiar apocalipsis,

y un fiero olor a pan se suspendía como un velo 

sobre la campera del Rodaval,

mientras el humo de las casas se elevaba recto

contraviniendo la generosa ofrenda de Caín.



Zona B:

Israel ha ocupando ilegalmente nuevos territorios en los Altos del Golán, bombardea los alrededores de Damasco y aprovecha la confusión para afianzar su política de hechos consumados sin que nadie alce la voz para exigir justicia. Eso nos convierte en cómplices.


viernes, 13 de diciembre de 2024

Bordeando ese difícil cabudeaño, ya ni te acuerdas de qué fue, si un nacimiento o un entierro, la tierra estaba dura y hubo que emplear maza y recablo, y hasta las campanas se apagaron bajo la costra endurecida de la nieve; sí, fue un duro aniversario

 





Ella ahí, medio doblada,

su espalda sometida por el cesto de la ropa 

que ha de llevar al río para lavar, 

el viento norte ha decidido congelar el agua, 

cuidado con el hielo, las madreñas, 

una caída, un hueso roto, la niebla que no escampa

y ese bulto en el dorso de la mano, 

deja en el suelo el cántaro, que alguno de tus hijos

venga a la fuente y sustituya tu dolor

por un grito de guerra, tú regresa a casa y espabila el fuego,

pon la pota a hervir con los garbanzos y las berzas 

y que el acre olor en la cocina haga que el frío no se atreva.



Zona B:

Usar los desgarrones de la guerra para dejar sin suelo al enemigo, cortando aquí, cosiendo allá, sumando terreno a la codicia y burlando toda regla que pueda humanizar el sufrimiento. Esas son las maneras que usa el tirano genocida Netanyahu.


jueves, 12 de diciembre de 2024

Algunos peces continuaban nadando bajo el hielo con inusitada lentitud; los grandes pájaros marinos venían a mirar; se preguntaban si picando serían capaces de romper la costra trasparente, pero ninguno lo intentaba, porque el ridículo y el hambre se ocultan y reservan para la estricta intimidad

 




Ya no llega el papel

con la fatiga del correo desahuciado en el triaje hospitalario,

leo con lentitud de viejo suspicaz, 

a cada paso vuelvo atrás sabiendo

que al final me colarán noticias falsas,

cualquier gorrión te canta ahora con voz de ruiseñor,

y aunque suelo mirar por la ventana no percibo en el cielo

esos colores del apocalipsis que a diario nos anuncian

ni veo otro disfraz que el de algún lobo vestido de cordero 

-también ellos suelen celebrar la Navidad-,

la comparación es siempre odiosa, dicen, nada

es tan real como lo que tú mismo imaginas partiendo desde aquí, 

vuelvo al papel y palpo con las yemas temblonas

la columna que crece con la jabonosa espuma de la adulación,

y aspiro con mi nariz involuntaria el acre olor a vómito 

o los regüeldos de digestiones abortadas por el exceso de acidez,

(antes se usaban los periódicos

para envolver el bocadillo y nadie sucumbía

por los efluvios venenosos de la tinta,

ahora la toxina es digital).



Zona B:

No vendría mal un cambio de perspectiva en Israel, donde un tirano disfrazado de demócrata se vale de la guerra para mantenerse en el poder. Acaso una figura femenina, que usara la leyenda de Débora para acabar con el conflicto y hacer viables dos estados sometidos al Derecho.





miércoles, 11 de diciembre de 2024

En el exordio se decía que cualquier aparición, holograma, fantasma o ectoplasma, dejan alguna huella, ya sea de humedad, de termolisis, de escama sensorial o de perturbación del aire; y a dar con ella se dedica el zahorí cuando se agarra a la horquilla de una rama como si fueran los cuernos de una Harley





Aquella sombra se detuvo

en el rellano oscuro de la escalera,

yo vi su ropa gris como colgando de una percha,

la cara ausente, las bocamangas huecas, lo invisible

presente parpadeando en el oro en polvo del atardecer,

el juego de asustar, pensé, con la ansiedad de mis pocos años,

la madre estaba allí, organizando el juego del silencio,

mis párpados cerrados para no aventar la aparición

con su polvillo de ala de mariposa,

no haré preguntas, miraré tu ropa solamente 

esperando que vuelvas a habitarla

y pondré a la muerte un sobrenombre

para evitar el término orfandad que tanto asusta,

(más tarde volví allí para mirar

por si quedaban restos sobre la cal de la pared,

al ventanuco se asomaban las ramas ya galvanizadas 

del antiguo cerezo de la vida).



Zona B:

¿En qué país encontrará cobijo humanitario el inhumano Netanyahu cuando el cerco judicial se cierre en torno a su soberbia?


martes, 10 de diciembre de 2024

Ya sabes, todo aquel que navega llega a puerto, aunque sea arrastrado por las olas

 




Salud a los enfermos

de melancolía y de musgoso aburrimiento,

de ellos ha de ser, supongo, el reino de la soledad

en las templadas alboradas del otoño cuando las hojas caen

por contagio o costumbre y van a arder al pudridero,

ellos, sí, los que abandonan dejándome vacío,

libre de preocupación, tan huérfano

que mi aureola huele a muerto, también yo sufro

su soledad, se reproducen decrépitas sus ruinas,

el escombro mental de los recuerdos

dejados a secar al sol como los musgos del verano

hartos ya de llorar y de enfangarse

en el lodazal de la melancolía,

allá abajo, en el barro, han quedado sus huellas,

su tributo a la terrible devoción

de quien huye de todo lo que admira.



Zona B:

El final de la guerra puede poner al genocida en manos de la justicia de su propio país, la corrupción, los sobornos y el intento de controlar los tribunales en su beneficio le pasarán factura.

lunes, 9 de diciembre de 2024

Quién iba a decir que a estas alturas, tras el fallido puente de la constitución y con la nieve asomando en las cumbres íbamos a ver tan seco el cauce de este río que nunca llega al mar, que es el morir, aunque lo afirmen las coplas del inmortal jorgemanrique; duro clima el que en racimo se vendimiará tras los estragos de la DANA brutal del negacionismo

 




No he querido acudir al velatorio,

esas puertas de chapa, por favor,

una entrada de coches con postigo

camuflada bajo un galvanizado de taller,

casi una falta de respeto a la tozuda tradición,

hablando del calor o del frío, de la cacería del domingo, 

de bulos y de afrentas en la política local,

de todo menos de toros o de religión, tierra de nadie,

la lejanía nos atrae con su compasión difuminada,

a un lado la crueldad de los detalles o las comparaciones,

todo conjuntado y gris como en los tiempos

de la gabardina y el sombrero de fieltro,

alguien que no conoces te pregunta por él y dudas,

no coinciden los datos y deduces

que no es esta la sala donde su féretro reposa

y es posible que dentro haya un cadáver

que ha cambiado de nombre y de semblante.



Zona B:

Los aliados juzgaron a los jefes del nacismo por el holocausto. Estamos esperando a ver cómo se juzga a los genocidas israelíes, aunque se ha empezado mal, pues USA ha "condenado" a la CPI por la orden cursada para detener a Netanyahu y a alguno de sus ministros.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Se apuntó a aquel master para que su panoplia pudiera exhibir algún fulgor, aunque mantuvo en alto su cabal escepticismo sobre la utilidad de unos saberes extraídos con fórceps de un oscuro claustro; ¿qué enseñanza era capaz de garantizarnos la excelencia de unos frutos que por obligación habían de ser recolectados antes de alcanzar la madurez?

 




¿Cómo es posible

que aún haya quien pronuncie con respeto

esa palabra oscura llamada lentitud

si la respiración y el pulso contradicen

el ritmo sincopado del reloj?

los peldaños que el sol ha de escalar durante un día

se han multiplicado, lo mismo que la fórmula del tiempo

que, a pesar de estar siempre ahí, decimos

que pasa muy de prisa -cuando somos nosotros

quienes de verdad pasamos-,

                                                  todo obedece

a la ambición atolondrada por llegar el primero

a una meta final tan engañosa que vista por detrás

es el principio.



Zona B:

El genocida ha incendiado la zona con una guerra desigual, usando su poder armamentístico y la impunidad que las potencias le conceden para someter a su interés a todos sus vecinos. Es posible que ahora empiece a ver la deriva peligrosa de su apuesta y dé paso a treguas y convenios, que por supuesto van a ser tan abusivos como lo fue la guerra.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Sale al campo y lleva los prismáticos; su fatiga es menor cuando los dirige hacia las cumbres o rebusca en las campas la manada de ciervos; la distancia es un número menor que sus dedos regulan a placer; se vuela con el águila, se pasta en vertical con los rebecos o se adivinan manantiales por el verdor circunstancial y se confunden planos que aunque debieran distinguir tiempo y espacio se suelen ver como una bola trasparente

 





Que vuelve el frío, dicen, que regresan

esas mañanas luminosas de azulado aluminio,

duele el aire que llega con ingenuo alborozo y nos saluda 

y sin haber sido invitado se cuela en casa, 

viaja contigo en autobús,

escarba en la almizclada atmósfera del metro,

la oscuridad adormilada de los túneles

se satura de oxígeno glacial, las luces parpadean

olvidando asistir a los desnudos de la publicidad

que buscan playa en los andenes,

el frío huye del sol capitalista que intenta convertir en oro

la herrumbre proletaria de los arrabales

y al final del trayecto se hace el muerto, 

entrecierra los ojos y respira con dificultad

simulando un sofoco, como si a la brisa 

morada y aterida de diciembre le faltara el aire.



Zona B:

¿Qué puede ofrecer el opresor una vez arrasado el territorio? Vendrá ahora el cortejo de urdidores de mentiras y embustes analgésicos para consolidar la ocupación ante una población disminuida y paralizada por el odio y el terror. Se hará algún gesto (GESTO UNICAMENTE) y se dejará enfriar cualquier recuerdo de justicia y equidad.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Iba perdiendo facultades, primero fue el cansancio, dejaba su desván sin vigilar y acaso los ratones fueran royendo sus ideas; después fue la firmeza del saludo, el temblor de la voz y el de las manos; por último la luz, los ojos manejaban las imágenes como un brevísimo huracán sin tiempo para dibujar perfiles; sólo el espejo de su armario le convocaba al cine, a una sesión continua de agilidad embalsamada

 




Yo, indeciso,

soñé que mataba al animal,

pensé que el alma

es sólo espuma que le sobrevive,

cogí el cuchillo 

y empecé a subir la cuesta,

y allí entre zarzas y embustes

estaba el animal, algo sin nombre aún

aunque rociado de hermosura, 

me miraba asustado

tras un escudo de silencio, 

sangre dócil, pensé, pero ya acusadora

como las bayas rojas del escaramujo,

así es la vida, pensé, el sucio escombro

de una civilización sobrecargada

de conceptos barrocos,

y volví a bajar con decisión,

con el pensamiento renovado,

sin haber empleado mi cuchillo.



Zona B:

Mira el Jordán, baja con agua roja, flota en sus aguas el horror de un palestino asesinado, llegará hasta ese mar que ya está muerto y multiplicará por mil la muerte y el horror, ante la mirada indiferente de los turistas.


jueves, 5 de diciembre de 2024

Se oscurece el camino entre la polvareda que alzan los camiones; se nubla la mirada con los dardos de luz que el sol le saca a las esquinas del metal; la voz se pierde entre el fragor de la quincalla de los carros de guerra; y flaquean las piernas tras varios días sin beber, remasticando el hambre mientras cruzamos el desierto

 




Hay un rumor de olas,

un telar que habla un idioma legendario, cla, cla, cla,

y escribe con el hilo frugal del lino crudo

una aventura navegable sobre la espuma de los arrecifes,

tras los altos tejados se ve el palo mayor de algún velero,

sus cabeceos se parecen al ceremonial de los albatros

cuando se declaran el amor o aportan material para sus nidos,

el silencio embalsama los adioses desde el puntal del puerto,

siempre a ciegas, con el sol a la espalda

para ahuyentar esa noticia de la soledad que esconde su amenaza 

tras el disfraz de una gaviota vestida con el luto del lugar.



Zona B: 

Será así como la lava volverá a ser un fértil manantial de agriculturas milenarias -lo mismo que Sodoma tras el vendaval de fuego-. La Palestina eterna asomará de entre los huesos y vivirá el milagro de la inmortalidad. 


miércoles, 4 de diciembre de 2024

Prestad mucha atención: nunca asustéis al miedo para que pueda pernoctar al pie, frente a la chimenea; sigue siendo asustadizo, todavía le desnuda su mamá, le viste de pijama y le acostumbra al aire forastero que aúlla por las noches al otro lado del cristal

 




Avanza por la senda fibrilar de la vejez,

todavía las fuerzas le acompañan

aunque con señales de ese tedio funcional 

del jubilado que ha descartado la alegría 

como herramienta de trabajo,

usa a veces la lima para subyugar aristas

y remata con lija de doble cero los conatos de venganza,

luego pasa los dedos por el dorso

de la realidad y los retira con polvillo negro,

los restos de erosión orgánica 

muestran siempre una atmosfera de fragua, 

suciedad, picos de fuego mercenario y martillazos

sobre la impavidez del yunque,

algo de eso ha de quedar -ruido de fondo-

cuando empiece a atrasar la maquinaria

enmohecida del reloj.



Zona B: 

El dios del mar será abatido. Luego vendrá una calma de cuchillo en la oscuridad. Y con el sol llegará el brío del resarcimiento y de la cólera. A esa etapa es mejor no referirse por ahora.

martes, 3 de diciembre de 2024

Soñar perfil, hacerse con pinceles adecuados, dedos de goma de borrar, plumas de ánade y linimento de zumos ácidos, con la plata fluvial de la deriva y el escorzo de la declinación; no es conveniente que aparezcan colores intermedios, ni disolventes religiosos, el tono ascensional de los peldaños ha de ser tan pedestre como volátil es el pájaro

 




Despídanse, no dejen

que el tiempo les devore, tomen

si es preciso algún atajo, pero deben

estar allí cuando el reloj comience

a desgranar sus campanadas,

y ¿qué habrá tras la pared, a qué conocimiento

nos dará derecho la puntualidad,

sabremos más de dios, disfrutaremos

de la hospitalidad estática del bosque,

vendrán las aves a cantar a nuestras ramas

o el otoño será tan inclemente

como en los años anteriores, un remolino de hojas

elevando un árbol fantasmal desde el oscuro pudridero 

donde las larvas sueñan el proyecto

de las futuras mariposas?



Zona B:

Casi se ha consumado el exterminio del pueblo palestino. Sólo falta promulgar la ley que fije el territorio a un solo poder, el sionista y que los restos de la ceniza palestina sirvan para abrillantar los oros del déspota israelí.


lunes, 2 de diciembre de 2024

Caminé por la duna evitando la greña del juncal; deduje: cualquier desolación, arena, grava, pedregal, argaño, tierra estéril, greda semejante a lagrimal con lepra, sangre seca y granulada, queratina enferma de la piel, escombro de escalpelo y cirugía o el tremedal que anega la riada cuando los cañaverales de ribera ceden al empuje del fenómeno; todo menos mirar al mar en retirada como un desengañado desertor

 




Se disipa en el aire el olor a guano

con que los pájaros han ido decorando el acantilado, 

suena el griterío de su festival

mezclado con el bramido de las olas,

tradúceme ese ruido, hazme saber con esa música

qué quieren decir los dioses submarinos,

¿es lo que propaga el trueno 

que rueda hasta el principio de la arena seca?

aquí comienzan a crecer las plantas suculentas,

la simetría inmóvil de las siemprevivas y las uvas de perro,

lejos del agua, atentas a la letanía de esa voz,

recuerda el merodeo en torno el muro del penal,

el misericordioso miedo que acunabas

burlando el vidrio vigilante de las garitas,

que no haya líneas rectas para el disparo de fusil,

al otro lado brota el canto seco de los condenados

repitiendo un número como si fuera un nombre,

dos veces al día, cuando sale el sol

y cuando llega la tiniebla colgando nanas de hormigón

en los barrotes de la celda.



Zona B:

Evitar las adhesiones a causas partidistas, salvo al compromiso con la humanidad, ni judíos ni cristianos ni musulmanes, sólo personas, sin el estigma de la religión que considera un enemigo a todo aquel que no coincide en la creencia.

domingo, 1 de diciembre de 2024

"Caí de rodillas en la orilla, sobre la arena húmeda y la señal que allí dejé me sobrevive a pesar de las olas, de las subidas de marea y de las galernas otoñales. Ni los agujeros del bastón de aquel anciano que recitaba contra el viento fueron capaces de borrar la forma redondeada de mi genuflexión"

 




Ya toca, ya,

ese batir de palmas,

un juerga cubista recortada

de una portada de periódico,

entra suave ahí, no quieras

saber la solución desde el principio,

espera al primer canto del gallo,

vierte agua en el lugar que ella ha pisado,

sus tacones florecerán y harán la fiesta

más horizontal, los mil olores

del vino derramado volverán a ti, 

te harán saber cualquier secreto

que haya guardado la bodega, 

los sueños fabricados con material cantable

igual que el zumo de uva

o la madera de las conchas 

a las que llama crótalos el aire.



Zona B:

Pensad en ello, israelíes, hebreos, judíos o como os queráis llamar en el futuro: de continuar con estas prácticas cada siglo tendrá nuevo holocausto; un vaivén histórico irá dictando el lado que ha de poner las víctimas. Si el péndulo persiste en su cadencia, el próximo os tocará a vosotros. Y lo cierto es que no habéis hecho gran esfuerzo por parecer amables al que mira y compara.