domingo, 20 de abril de 2025

Anna Swirszczynska acude al recital temiendo que sus oyentes le pedirán que les explique "por qué nacieron, / por qué existe /esta monstruosidad llamada vida", como si estuviera sobrevolando la devastación de Gaza y la comparara con el esplendor de Tel Aviv. Eso mismo pensaría un niño palestino si no sufriera el empuje de otros pensamientos más urgentes

 




Volver andando, no volar

o al menos renunciar al pacto con la velocidad,

la fe permite prolongar una plegaria

como si fuera una conversación con las imágenes

que dicen ser intermediarias entre tus dudas y los dioses

sin asegurarte que las harán llegar a su destino, 

en palacio las cosas van despacio, dicen,

y despacio has de ir para disfrutar de los detalles,

superar los peldaños de uno en uno

y hacer que la escalera se convierta

en simulador de eternidad, ganando altura

sin perder de vista alguna pista donde poder aterrizar 

en caso de que el vértigo o la duda

te hagan perder la fe y te sometan

al calendario de la prisa.



Zona B:

Mirad esos rebaños que a duras penas sobreviven en los arenales palestinos. Aún así viven mejor que los sufridos pobladores a los que unos colonos deshumanizados acosan cada día con la anuencia del ejército ocupante.

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