miércoles, 9 de abril de 2025

Suelo limpio, que al menos se pueda ver llegar a la descalza; tras los derrumbes provocados a diario por las explosiones había que desescombrar mínimamente para que la vida no acabara colapsando; luego sobrevenía el estupor: el alma quieta como esperando algo, mirando sin dirección hacia los humos que subían al cielo de Caín y recibían el aplauso de un dios tan sanguinario como los que lanzaban los misiles

 




Después del martes

esas rayas oscuras sobre el fondo verde

de un delantal de carnicero, con notas rojas

y sonido bemol tendiendo a negro,

se podría decir que para una música de sangre

este sería el pentagrama donde se pone al sol la sinfonía

de la oscuridad para que brille,

hay almas así que se complacen en la pesadumbre del misterio,

se quedan quietas reduciendo a cero su corporeidad

y experimentan la transverberación de los cristales

que respiran los ángeles, -la eternidad en dos segundos-,

luego aparece la terca realidad y un escozor de fuego

te recorre la piel como advirtiendo

que aún faltan varios días para el éxtasis

que hacemos coincidir ingenuamente 

con los finales de semana.



Zona B:

El payaso se coloca el armazón de rey para recibir al genocida. Así los dos parecen otra cosa, aunque siguen siendo lo que son: un payaso y un reincidente criminal.

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