miércoles, 23 de abril de 2025

Con las manos formando un cuenco avanza por la orilla del arroyo; va pensando en el maná ligero que el viento deposita en las salgueras cuando sopla del sur, la lana de corderos invisibles de la que procede el beneficio de un pastoreo sin rebaño

 




Dejaba a un lado la escalera

difícil del estudio, mineralogía regular, sistemas

cristalográficos crecidos como flores de nieve

en el invierno de una pacífica ignorancia,

fuera estaba todo lo que podía interesar,

la piedra enorme con su interior opaco,

probablemente el escondrijo de una tímida geoda,

sus agujas traslúcidas unidas por un hilo de cuarzo

al epicentro de la divinidad, ilustres nombres

pronunciados con el sigilo de una lengua muerta

o la endurecida miel del sílex cultivada

en panales prehistóricos por abejas obreras

que a través de milenios han seguido

el impulso inconsciente de la necesidad.



Zona B:

Cualquier intento de justificar la brutalidad de esa unidad de fieras asesinas contra miembros perfectamente identificados como equipos paramédicos, es una burla a la razón y al buen sentido. A eso se llega cuando la impunidad borra las líneas que separan al ser humano de la bestia.

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