Te he traído aquí
a contemplar la gloria de estas ruinas,
en ellas la felicidad es algo subyacente,
por eso no se ve, asoma a veces
en lo vegetal que nace entre las piedras,
pero enseguida te das cuenta
de que algo vivo flota en el lugar,
de aquí salió la vanidad de hoguera del museo,
los brillos acentuados a fuerza de frotar
el metal oxidado de la fama,
los rótulos que intentan dar explicación
a lo que sólo es comprensible mirando el dolorido original
que sobrevive entre el amor de las ortigas,
te traigo aquí para que veas
el marfil derrotado de los huesos de los antepasados
y escuches su silencio como un lenguaje tan antiguo
como el dolor o la memoria.
Zona B:
Algún Jeremías quedará entre los judíos que ceda al imperioso don de la palabra y se atreva a denunciar la esclavitud del pueblo hermano, que afronte la soberbia genocida de los gobernantes y se arriesgue a ser visto como extraño entre los suyos.
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