Vino del lado de la niebla,
se alzaba como humana torre, carne
acostumbrada a reservorio
verbal y a enfermedad civilizada,
sobre los hombros una
definición sin definir aún, menuda y alejada
del suelo aunque ligada al paladar nutricio
de algún cordón umbilical remoto,
el tiempo hará crecer esa mirada
algodonosa que lo sabe todo sin mirar
y que nada conoce de sí misma,
el pavoroso sancristobalón
dejó entre nosotros la pregunta
y se llevó consigo la respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario