Tantas balas brillantes al trasluz
confundí con abejas reponedoras de agua
que un mal día de lluviosos disparos
se me subió el enjambre al corazón
y desde entonces
por los poros abiertos se me escapa
la miel amarga de la incertidumbre,
no sé diferenciar lo que da vida
de lo que mata,
llevadme a la colmena.
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