Alcanzo a ver ahora
ese cielo de astillas que ha dejado en el suelo
un carpintero revestido con su mono azul,
después en el espejo
intercambiarán sus posiciones los desperdicios luminosos
hasta que la noche alcance su galopante rodadura,
lunas, escarabajos, jeroglíficos y ruedas internas de reloj
provocarán los fuegos de artificio
sin romper la parálisis nocturna,
el silencio es de todos,
pero la luz le pertenece
como herencia de miope
a quien sabe asomarse a la ventana
a mirar las espirales de van gogh.
No hay comentarios:
Publicar un comentario