martes, 4 de mayo de 2021

Aceite de quemar

 

Antiguamente

el aceite ardía más, cómo apreciar

el más o el menos de una llama,

por cantidad de combustible o por aporte 

de luminosidad, tanto por uno,

medimos el impulso o el volumen,

el colibrí se posa sobre el viento

y apenas hace vacilar la llama,

no llega a parpadear el pico rojo del candil,

las teas sin embargo

usan un lenguaje más robusto y las antorchas

sueltan proclamas belicosas aunque vivan

en pasadizos subterráneos,

el olor a quemado desemboca

en claraboyas altas donde no hace falta

la luz oscura de las catacumbas, huele

también a luz pero le irritan

las conjuntivas a la diosa

adormilada de la aurora. 

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