viernes, 28 de mayo de 2021

No era casual su parecido

 

A veces podía vérsele asomado

a la puerta ojival de la caverna,

no era casual su parecido

con polifemo, salvo en la singularidad del ojo,

tan festivo e irónico en su caso

que provocaba risa al compararlo

con el fontanal de lágrimas

del enamorado hostil de galatea,


ahora puedes verle

en las noches de luna tomándose la luz

a tragos lentos como quien sorbe de una paja

el zumo fermentado de un recuerdo.

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