miércoles, 23 de febrero de 2022

Algo que se mira y no se ve

 


Vengo del suburbio

donde los hombres dicen conversar a diario 

con el demonio del agua vaporosa,

pronuncian grifo con un deje de arrastrada lascivia,

conocen los aromas fermentados sobre la piel

y esconden sus pensamientos más procaces

entre revistas de papel cuché

y cuando se rascan la cabeza

saltan diminutas chispas,

señal de que el cerebro participa en la vida

exterior de los parásitos que de vez en cuando

le piden una ayuda, como si ejercieran limosneo

cultural a la puerta de una iglesia.

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