Una carretera secundaria,
hierbas quemadas por los cristales del invierno,
cansancio horizontal y ruido de velocidad dentro del coche,
pasa un perro y se queda mirando,
te perseguirá con la mirada hasta que se borre tu recuerdo
y regrese a su trote de ansioso aburrimiento,
hasta que un descuido final o el abandono
le lleven a dormir un largo sueño
bajo las ruedas de un camión.
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