martes, 8 de febrero de 2022

Ceremonial del sacrificio

 


Cuando la ceremonia concluyó

volvió el silencio,

nada, ni la respiración rompía

la seda negra con que la noche resguardaba

la maleable inocencia de unos animales

a los que nadie dirigía la mirada

con intención de comprender, los lobos

sólo miran la garganta

y ahogan el clamor de las esquilas

con el crujir de huesos entre sus mandíbulas,

el pánico no suele usar ese color

tan acentuado de la sangre

para dar a entender el patetismo del abandono colectivo,

ven, acógenos, oh muerte,

pero no nos hagas ver y oír el espectáculo

que hasta los profetas evitaron

encerrar en los versículos de un salmo. 

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