También septiembre es amarillo,
con su temblor de avispa merodeadora
busca el complemento del color,
esa proteína estampada en el parabrisas
de los días veloces,
si ahora miras por la ventana
verás que los gorriones
regresan al amparo familiar,
ellos conocen
el ritual del mantel que se sacude
con las miguitas desprendidas
del pan del desayuno,
como septiembre esperan
la misericordia estacional.
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