miércoles, 6 de julio de 2022

Una y otra vez recreo la maqueta

 


Una escayola

reproduce en blanco la escalera

que va del monte al mar, del mar al monte,

al salir del semi túnel hay humo de gaviotas

y las sirenas de los barcos

hacen sonar la voz abocinada y ronca

de Pepe Hierro, él lleva al cuello

una miniatura de metal

de su cráneo sin pelo, su perfil

con aire de noray donde se amarran

las barcas de los muertos,

                                             este es

su lado bueno, no su voz,

su letanía llena de escalones

que llevan desde el adoquín aéreo de la garza

hasta el alto azul de los castaños (el 18?)

donde la ciudad toma perspectiva,

este es al menos el recuerdo que yo guardo.

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