Se reserva a la o seguida de una hache
el privilegio de ofrecer sorpresa sin anunciarla previamente,
hay idiomas que la usan sin inflar como un neumático pinchado,
haciéndote sufrir la sensación de que ocupas un cojín
amoldado a posaderas más recias que las tuyas,
escarban con las patas en la nieve igual que el caribú o el reno
y, oh, allí aparece necesariamente el milagro del pan multiplicado,
los líquenes austeros de una pobreza coloquial
que apenas sirven -se supone- para aplacar el hambre,
y a veces, con la intención de remediarlo,
recurren a la torpe moraleja
que pretende enseñarte a deducir mirando lo inmediato
a través de un largo tubo de epítetos e incisos
cercados por inútiles paréntesis.
Zona B:
USA e ISARAEL ya se han acostumbrado, se podría decir que incluso se hallan cómodos en la guerra. Al fin y al cabo es un negocio: unos venden armas y otros roban territorio, todos salen ganando. Lo de las muertes es un incordio, sí, pero como dijo una sabia presidenta "se iban a morir de todas formas".
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