Un sombrío incidente ha estropeado tus planes,
tú ibas arriba, sobre la ola, y de repente zas,
que no has llegado, que has retrocedido al no lugar previsto,
tu horizonte no es azul, has pasado
de perseguir al ciervo a dejarle huir,
las manos engrasadas con betún mecánico,
no ocupadas en réplicas y holganzas,
al cielo le da igual, él ve debajo
dolores y alegrías mezclados en el mismo lodazal,
y pasará otro mes y habrá una alfombra
confeccionada con la decepción, como si todo
fuera este instante decaído,
pero no es así, las horas siguen
y van tomando posiciones para el sprint final
lo mismo que las gotas de lluvia
que apenas dejan huella en el cristal.
Zona B:
Qué se puede esperar de un gobierno que cuenta entre sus ministros con el sanguinario Ben Gvir, capaz de expresarse en estos términos: "los prisioneros palestinos deben ser asesinados de un tiro en la cabeza".
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