De aquellos años de porosidad exacerbada me quedan unas excrecencias como de yesca que atormentan el tronco de mi edad; procuro curar esas verrugas con el polvo marrón que atesoran al secarse los pedos de lobo; ellas se encogen y terminan por desaparecer dejando apenas una señal en la memoria

 

Todavía a mis años desconozco

en qué deben centrarse los esfuerzos del amor

para incorporarlo a la rutina como un mal necesario,

supongo que al principio hay que elegir una tierra negra,

se consiguen semillas o un esqueje de fácil floración,

aunque sigo pensando que no hay nada como imaginar las flores

mirando algún catálogo de floristería o el bosque en miniatura

de un vivero,

memorizar etapas, asignarle a cada una sus plagas de fitófagos

y procurarle los remedios de toxicidad homologada,

todo en la intimidad de la memoria, 

sin pisar la calle ni atender visitas, usando sólo la imaginación,

recuerda que la orquídea

es una ave prisionera de una ambición desordenada,

la mantis religiosa de las flores que devora

de manera hierática el color y lo asimila

para aproximarse a sus capturas.

Zona B:

Le pedimos al pueblo de Israel que reaccione contra su gobierno genocida que no atiende sus demandas de procurar los mecanismos para liberar a sus familiares secuestrados y no nos damos cuenta de que tampoco el mundo libre reacciona contra el matonismo chulesco de un estado que desprecia los mandatos de la justicia internacional.