A pesar de la herida
que han dejado en mi piel hoy sido preguntando
para qué sirven las letras, esos trazos oscuros
que colonizan el papel con su huella de insecto,
sus muchas patas no consiguen que el tiempo
avance más deprisa que la realidad, si es que esta existe
como las letras la definen, o se detenga y obedezca
nuestra ansiedad de eternidades,
son un abono artificial que fertiliza el campo yermo del papel,
nosotros las leemos con temor, como si al hacerlo
estuviéramos robando la cosecha a un poder feudal
que intenta -y a veces lo consigue- convertirnos en siervos.
Zona B:
He sentido vergüenza ante la tolerancia del imperio USA a los insultos del GENOCIDA Netanyahu hacia los que no piensan como él. Ridículo y terriblemente doloroso. En un platillo está la vida, en el otro el negocio de las armas. Ver resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario