jueves, 9 de enero de 2025

Hemos de permitir que el animal regrese; va contra natura que el alma se eternice en el poder sin que algo material le ofrezca apoyo; y contra la experiencia va que sigamos haciéndole la corte a un aura sin cabeza, dijo la zorra al asombrado Esopo

 




Te dejaron ahí, 

tras una puerta gris con números en blanco, 

dentro hace guardia un gotero sin bolsa

como un espantapájaros contra la soledad,

tu voz es un gañido de coyote al que la manada ha abandonado 

en la intemperie del desierto,

toda la arena de oro, los azumbres repletos de licor de tuna,

y el escarabajo de metal hundiendo su dureza quirúrgica en tu piel,

debes luchar contra la luz que asoma sus garras por el este, 

o con el embozo blasonado con siglas de hospital

y mantener la vigilancia ante el merodeo de una sombra

que recita latines traducidos al idioma plomizo de la sumisión,

atento al frenesí de la enfermera con sobrepelliz

que deja al aire la insinuante espuma del sujetador

o la insondable luz de las enaguas que nadie lleva ya,

la desnudez de ahora bajo el verdor del uniforme

lleva derecho hasta las puertas cerradas de la ermita

que desabotonas muy deprisa

para ver el milagro de su piel.



Zona B:

Alguien que llega se ríe y amenaza con convertir la franja en un infierno. Llega desinformado; hace más de un año que Gaza se extinguió entre llamas, aunque sus habitantes siguen flotando lo mismo que pavesas sobre los tejados de Israel.




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