jueves, 30 de enero de 2025

Le venía el apodo de la desventurada travesía que hizo en solitario por apuesta; aún se le notaba en las muñecas y tobillos la marca del alambre que utilizó para atarse al palo y aguantar las embestidas del oleaje enfurecido; el cable penetró hasta el hueso y hubo que cortarlo con cizalla para que el médico intentara salvar manos y pies de una amenaza de gangrena; lo malo es que seguía enrolado en un carguero y cada poco debía soportar las risotadas cuando la sirena lanzaba al aire su mugido

 




Cualquier esfuerzo es aceptable 

si tiene por objeto asegurar ese futuro

que los augures homologan con sus visiones del pasado,

vemos a Aquiles en conversación pacífica 

con alguien que nos da la espalda y que mantiene

un cierto parecido con Ulises, ambos

comprueban el bruñido de una armadura de metal,

el filo de una espada o el destello de unos ojos azules 

que reflejan las grebas acabadas de pulir,

intercambian secretos alejados del torbellino de la guerra,

la batalla más dura de su respectivas soledades,

y los dos prefieren llamarse por el mote

con que más tarde Homero los dará a conocer,

uno subiendo con pies ligeros la pendiente de la inmortalidad 

tras aceptar su compromiso con la muerte,

el otro regresando al dulce olvido de una isla remota

a la que no parece tener prisa por llegar.



Zona B:

Antes mataban  con misiles o con bombardeos, ahora siguen matando con el subterfugio de la tregua y para hacer más eficaz su labor de destrucción destierran a la UNRWA que prestaba una ayuda insustituible en el territorio en sanidad, educación y suministro de alimentos.

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