(en el perpetuo aniversario)
Salí a recorrer la curva de los desaparecidos,
alguien que me viera desde lejos
no podría saber por qué los ojos
no eran capaces de captar detalles
que la memoria almacenaba
sobre los otoños y las primaveras
que todo lo envejecen y renuevan,
no allí, que todo es desamparo
de los pies al apearse del camión
y no encontrar camino para huir
y tener que enfrentarse al horror
de ser cosido a balazos paralizado por el miedo,
a no ser abrigado por tierra suficiente
y que los lobos o los perros del rebaño
te lleven a trozos hasta la vergüenza
de una desnudez definitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario