viernes, 17 de febrero de 2023

Asphodelus albus, la flor monástica que incumple todo regla canónica al prestarse a rituales de gentilidad o aceptar gustosa ser comida principal de los cerdos de monte

 


En aquellos años de calma y regocijo

mi fe se sustentaba sobre algo vegetal, descolorido y tan cambiante

que nunca pude concretarlo,

y de la franja turbia de coloración estacional  conservo

algunas flores y frutos disecados,

los guardaba con piedad inclemente entre las hojas 

                                                  de alguna enciclopedia,

obligándolas a mantener a toda costa su aroma original

en lucha con el olor a tinta y a papel,


ahora ya conozco

a quien rinden tributo los gamones,

habitan como corona en los cabellos oscuros de Perséfone

y su nombre civilizado no es gamón sino asphodelus albus,

la belleza inútil de las praderas pobres.

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