martes, 28 de febrero de 2023

Plegados sobre sí los días de febrero, han ido cayendo con regularidad de grifo mal cerrado sobre el fregadero del invierno, tanta sonoridad para quedarse a ciegas en la soledad de la cocina

 


Ahora con el frío

las horas tienden a aquietarse,

late un tic tac itinerante

que va de sombra a luz, de luz a sombra,

haciendo táctil la blancura interna de la noche,

quedan en el aire como trasparencias 

algunos versos evaporados de sí mismos,

cada renglón ocupa el tamaño medio de una flauta escolar, 

nada rima con ella, no se atreve

a convocar los dedos de la luz sobre la ristra de agujeros

que guardan dentro los secretos de una oscuridad

firmemente sonora, aunque obligada a mantener

la gélida apariencia de naturaleza embalsamada.

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