Hoy es así,
tal vez otro día se vea diferente,
el color impar lo inunda todo
y de la nieve surge un olor apaciguado
que ni los perros logran descifrar,
ojalá que el cristal no imite al hielo,
que los carámbanos omitan
sus metáforas torpes de puñal y ayuden
a la luz que se desangra a seguir reduciendo
el metro escaso de percal
que se refugia bajo los aleros,
cualquier día y sin aviso
se presentará la primavera vestida así
y será muy difícil recordar
detalles tan efímeros.
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