sábado, 29 de julio de 2023

De la vida antigua sólo recordaba algún apero, arados, llanaderas, cosas de labor difícil, no los bieldos y palas con que se venteaba el oro temprano de la corricasa sobre las colchas canuteras; tampoco el canto de las ruedas de haya tierna que duraban apenas cuatro meses, justo hasta el aviso de la nueva tala

 





Si llegas forastero a Primosauro

al cruzar el arroyo tuerce hacia la izquierda,

nunca allí brilló la ganga ni las bateas resonaron

con el gañido del metal, se abrió el abismo

y en la mina apareció fuego amarillo, 

dijeron que el dolor dobló a Perséfone

que buscaba una puerta para llegar al sol profundo

y aún anda doblaba mirando abajo entre la arena

las pepitas negras que escupieron los comedores de sandía.

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