sábado, 15 de julio de 2023

La voz de dentro y la de fuera rara vez se encuentran, el hueco de la puerta suele ser lugar de prisas y corriente, ni palabras ni polvo ni vapores suelen persistir allí, en cambio bajo la enramada exterior se oyen los pájaros y a veces un milagro recupera sonidos como de algo frágil que se rompe

 



 


Guarda el botijo

en la hornacina de la cal, observa

el reposo del agua, cómo duermen

los brillos del color vitrificado, a tantos grados

el peróxido, la mufla sabe, tú, mano sobre mano

como una torre de laboriosidad intacta,

sin herramientas, sólo carne desnuda

sin más decoración que esos dedales para defenderse

del barro pegajoso, los dedos ya conocen 

el oficio alfarero y exprimirán con mimo 

el alma dúctil de la masa hasta consumar procedimiento, 

sin rupturas, con el rulo sin fin ganando altura

hasta alcanzar la forma de vasija.


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