miércoles, 26 de julio de 2023

Qué impresión produce ese solsticio de la voz, cuando la equidistancia entre sonido e intención llega a confundirse con la palabra misma?, o la obligada noche, donde la voz autóctona luce como adorno en un firmamento clandestino que a duras penas nos permite conectar con la entraña de las cosas que durante siglos fueron nuestra asidua compañía?

 




En el museo de babel 

los rótulos exhiben en una sola dirección

el dolor de occidente,

yo lanzo piedrecitas desde la terraza

para incomodar el agua quieta del idioma invasivo,

crece una espuma incolora para bautizar el alma comunal,

indagar: qué quedó tras el secado del diluvio,

una eternidad de gestos silenciosos y crispados

y los harapos del rumor de un secreto mecanismo

que antes nos servía para hablar y ahora

recuerda a los muñones de las ramas taladas.

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