domingo, 23 de julio de 2023

Era la curva veintitrés, siempre a derecha, con rechinar de asfalto y de gravilla, con temblor de barranco, con volantazo, sin atender letra menuda que esa ni en el seguro da de si, el aire pastoso entre los labios y ese pensamiento marcha atrás que se pregunta: y si hubiera ido en la otra dirección?

 



                               23/ 7/ 23


Queda lejos el recodo

donde las luces de los coches se suicidan

dejando sobre el farallón sus huesos

de reluciente tafetán, hay telas

con luz propia, usan el cobre como hilo conductor

y llevarán su sangre al sacrificio

simulando el ocre de los enterramientos, 

cuál era su nombre, yace aquí,

se mueve apenas la memoria y duele todavía

ese momento fugaz en que chocó

con violencia de fuego contra el encrespado terraplén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario