martes, 8 de agosto de 2023

4 o 5 a.m. baja a la playa, se arrodilla en el límite mojado, piensa en el café, sus posos elaboran los presagios, algo de la noche ronda aún en su cabeza, ¿te has quedado pobre? se pregunta, no más de lo soñado, su dedo ha dibujado el signo del dinero y siente el crujido de la arena entre los dientes, cuando salga el sol querrá volver a casa y habrá olvidado cómo hacerlo

 




Fructificó,

fue visto ya maduro en el siguiente límite,

redujo en lo que pudo la distancia,

siempre es preferible hallarse cerca

cuando se palpan los finales y algo

anuncia que va a pararse el corazón,

certeza sólo hay la de de los pájaros, 

ellos no hacen preguntas, saben lo suficiente

para repetir su canto y también sufren

cuando no hay nadie cercano traduciendo,

se cortan árboles, dice el papel,

los troncos apilados dan noticia del valor de la vida,

ella queda ahí aprisionada entre el dolor de la madera.


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