miércoles, 16 de agosto de 2023

Pidió la vez en la cola del colmado, el olor que llegaba de la lonja le hizo sentir nauseas, ¿estaría embarazada?, en el aire de abajo no hay matices, ni en la penumbra luces suficientes para captar la realidad, además ella seguía habitando un ángulo extremo, lejos de Hades y del olor a fragua que tanto malestar le producía

 


                         La P de Proserpina le va mal a Perséfone


En el proscenio se iba secando la flor del mirto,

ella la usaba como estimulo para la lucidez,

pero evitaba pronunciar su nombre y mencionar agravios,

procurando que la niebla 

no enturbiase la memoria con su dolor narcótico,

Hades rara vez rectifica, cubre de polvo el exterior,

un polvo húmedo de lágrimas y melancolía

donde la huida deja huellas,

y cuando rectifica se limita a abrir la puerta de la prisión

para que la libertad sea tenida por limosna

o por capricho del destino,

el frío es su lugar,

mantiene el corazón pausado en la prisión del hielo

a buen recaudo de la explosión de la primavera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario