domingo, 6 de agosto de 2023

Cualquier pensamiento por fugaz que fuera le hacía mover los labios, no es palabra pensada, no es sonido con mordaza o incapacidad para mantener el mismo ritmo mientras se va formando el argumento, es la sorpresa de ver como real el cuerpo gelatinoso de la idea y sentir pena por su apariencia de gusano

 



Pensé en alguien vestido de mujer siendo mujer, 

el aura de la ropa que predispone a paz,

no el tintineo de la cota de malla o el diseño industrial

que simplifica cualquier indumentaria

sin importar quién va a vestirla, y pude ver 

cómo sufre la flor la impertinencia de la brisa, así agitada

muestra más sus virtudes, lleva el atuendo que ha de resistir

hasta que el otoño imponga el cambio de color,

en ello vi conformidad, se cede la iniciativa a la pobreza

para que ella decida cuál es el mejor perfil,

el toque femenino de la confección coincide

con la inesperada primavera

cuando en el prado suenan las campanillas amarillas

y los grillos cosen al tun tun la tela verde

para una fiesta de disfraces.


No hay comentarios:

Publicar un comentario