esta noche en que miramos lo invisible
He estado aquí otras veces,
recuerdo el brillo satinado de las teselas de cerámica,
letras y números de un juego infantil,
hagiografía de un tiempo sin ventanas,
hoy regreso, me acompaña algo claro,
vuelvo a ordenar el puzzle hasta llegar a un nombre,
me falta esa vocal pacífica que nunca se incomoda
cuando se la sustituye por un papel escrito,
el tiempo nos ayuda a señalar la fecha
aunque al faltar también algunos números
puede parecernos de otra edad,
me pregunto: qué más nos hace falta
para replicar estos caminos paralelos,
yo sé un secreto, dice ella, por detrás tienen imán,
de noche vuelan por el techo, ellas ya me conocen
y me cuentan historias antes de dormir,
conoces tú la de los renos?,
no, pero ella me la cuenta a golpes de imaginación
y al hacerlo esparce la luz de sus pupilas
por las paredes de la alcoba.
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