Qué es eso que me dices de las goteras,
también los cielos rasos lloran, se quejan
de la humedad que adopta nombres
de ampulosos océanos, dibuja estrellas perezosas
y nos obliga a respirar oxígenos cansados,
la casa está muy cerca de la ruina,
se le oye respirar y esos crujidos se parecen
al rumor de las olas cuando arrastran su lejanía hasta la playa,
siéntate aquí, usemos este reducto de la noche
para captar respiraciones, volvamos al regazo
inmemorial de la caverna, la humedad en el techo,
las paredes con la ilusión rupestre de un rebaño
de plácidos rumiantes dándonos calor,
algo en qué pensar mientras nos llega el sueño
y se remansa la impaciencia.
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