(") Yolanda Castaño
Tú adelante,
como si nada oyeras, guárdale respeto pero calla,
que el silencio hable por ti mientras dibujas adivinanzas en la niebla,
sé más sibila que casandra cuando profetices algo,
el cordero bala por simple biología
pero tú has de discurrir como un arroyo entre rumor y sueño,
no hay memoria para quien lo guarda todo en los bolsillos del vaquero,
luego se lavará
y los recuerdos se irán inadvertidos entre espuma y suciedad,
nada quedará tras el centrifugado salvo el enloquecido vacío familiar
de las tumbas labradas en la roca
que se adaptan a su destinatario
con la opresiva precisión de un guante.
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