lunes, 1 de enero de 2024

Ha cambiado apenas una cifra; qué risa da ese afán de fiesta, la resaca goteando aún, hay sangre en la acera y excrementos de perro y serpentinas despeinadas, la gran ciudad que llora su abandono, de verdad de verdad nadie la quiere, en los suburbios se rebela la soledad de lo rural, eso que llaman con fingida pena lo vacío, lo decimal de este sistema métrico que empieza a quedarse corto y apenas da para vestir nuestra pobreza

 




Parece plano 

este lado de la realidad, pero el fango esconde

cristales rotos, no se puede dar un paso

con la confianza de antes, hay polvo en el aire,

el desierto habita entre nosotros, las entrañas

de la tierra hierven y a veces nos enseñan

sus arqueologías, como diciendo así fui yo 

y mira en qué he quedado,

parece bueno

este lado del perfil, tu cara

maquillada de infancia, pocas horas aun para evaluarte

aunque tus entrañas de volcán respiran humo,

¿o es que las bombas

han seguido cayendo confundidas

con el ruido festivo de la celebración? 


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