lunes, 24 de febrero de 2025

CDCf, esa era la firma del cantero de Corniero, que tardó seis meses en labrar las nervaduras de arenisca para la nave central de la abadía, perjudicada por el rayo; su anonimato respondía al paladar calloso de una tradición que fue asentando la costumbre de mirar la obra y no al autor; quien quisiera saber de la autoría sólo tenía que palpar sobre la firma y un sacristán medio invisible la traducía a un latín testimonial que imitaba el rigor de un exorcismo

 




Veo un pastor que llega,

sale de la niebla rozando el precipicio,

detrás viene un mastín y las ovejas

como esponjosos dientes de león,

duran apenas un instante

y desaparecen otra vez en un mar de algodón,

es el momento de las ninfas 

que esparcen las monedas de la luz y el día se abre poco a poco 

lo mismo que el telón de un escenario,

se empieza a oír el caramillo del dios Pan

y un círculo de faunos corea los finales entre risas y palmas, 

casi nadie toca así por estos montes, 

una armonía comparable al dolondón de los cencerros

y al fundido latón que une la gaita, la dulzaina

y el viento que menea los narcisos.



Zona B:

No se cansa la historia de repetir leyendas antiguas de indisimulada esclavitud: Sara obliga a Abrahán a expulsar a Agar hacia el desierto. Aunque no siempre se tiene en cuenta la promesa de que su descendencia crecerá igual que las arenas que ahora cruza.

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