Llegó después el ángel con su guadaña poderosa
ocupando un lugar tras el luciferario,
avanzaba con aire de derrota
a lomos de un caballo sacado de las miniaturas
de un apocalipsis de la confusión, a todas luces la guadaña
desentonaba con su ropa de escudero de un diosecillo secundario,
alguien le dijo: hiciste mal abandonando
la placidez de tu retablo para unirte a este insensato carnaval
donde nada es lo que parece y todo aspira a parecer lo que no es,
así la muerte
con guirnaldas de flores y colgantes de perlas
más propias de una vanitas barroca
que de un angelical renacimiento.
Zona B:
Ya se ha cerrado la olla a presión que por un tiempo mantendrá cociéndose los odios generados por el exterminio y la rapiña llevados a cabo por el ejército israelí. ¿Cuánto tardará en explotar de nuevo la ira del pueblo sometido al comprobar que la justicia no ha puesto a cada uno en su lugar?
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