miércoles, 5 de febrero de 2025

Subirse al carro que vendía flores dispersando su olor de pueblo en pueblo; eso le hacía disfrutar bárbaramente de su condición de zángano, lejos del trajín de las obreras, empapado del polen amarillo que teñía el aire del atardecer, aunque estuviera expuesto a la voracidad de los abejarucos

 




El olor de ese papel,

su color amarillento y algo

de la barroca carbonilla con que adornaba el exterior,

todo arde ahí, en el último círculo de mi pequeño infierno,

Dante estuvo aquí, podrá leerse en un grafiti del futuro,

no habrá ceniza ni siquiera hollín, quedará todo

purificado por el fuego, con la advertencia 

que el dedo índice subrayará con parsimonia:

no lo vuelvas a hacer, podrías arruinar el reducido aplauso

con que la cortesía premia la discreción de los finales.



Zona B:

¿Alguna vez los emigrantes llegados a USA  desde la gélida Britania se han parado a pensar que desplazaron a la población original y la acabaron reduciendo a una vergonzosa exhibición de raza extinta? Mandar a Egipto o a Jordania a lo que queda del pueblo palestino es una aberración que sólo puede venir de mentes perturbadas.




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