Durante mucho tiempo
ha guardado palabras como quien guarda provisiones
para un invierno largo, se ha negado a hablar
aunque ha dejado en libertad sus manos
para que llenen el espacio de aleteos,
el lenguaje gestual de la lechuza que no se deja oír,
en esa oscuridad de troje se adivina
la persistencia de un inquieto roedor que vive sólo de recuerdos,
como un anacoreta encuentra en el ayuno su vigor
y logra proyectar visiones desde su hambrienta oscuridad
para que nadie de los que viven atrapados
en la ruidosa obesidad del griterío
se quede sin su dosis de silencio.
Zona B:
Así pretenden hacer grande el imperio, arrasando ciudades palestinas y desterrando a los supervivientes para construir sobre el escombro ciudades para esa raza superior, a la que los nazis llamaron aria y estos genocidas de hoy aún no sabemos cómo llamarán.
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