Hay un número impar rondando su cabeza,
va en la parte alta de la página rodeado por guiones
o paréntesis, dependiendo del área tipográfica escogida,
los impares imitan al insecto que usa veneno degradado
para defenderse de la chulería de los pares,
suelen comenzar pulsando la escala numeral,
luego imponen un orden transitorio que conduce
con insufrible paso de oca al habitáculo ordinal
donde no hay viento y las páginas pares,
-las del idioma traducido-, no suelen reflejar todo el esfuerzo
o el dolor atenuado que ha tenido que soportar el traductor.
Zona B:
Lo de Gaza os suena a payasada, pero la paz y el equilibrio están en manos de payasos (o que adoptan ese lúdico disfraz para convertir la guerra y sus efectos en un negocio lucrativo).
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